¿Crees en la suerte?

¿Crees en la suerte?

Hoy me detuve a pensar en la palabra “suerte” y se me vinieron muchas cosas a la mente, desde pasar por debajo de una escalera, pisar la cola de un gato, etc. Pero, ¿qué es la suerte realmente?

Muchas veces en las conversaciones se escuchan frases como, tengo mala suerte porque se me rompió el auto, tengo mala surte porque me separé de mi marido, porque no puedo tener la casa que quiero, porque no consigo trabajo, porque me pelee con mi amigo, tengo buena suerte porque conseguí el pantalón que quería, tengo buena suerte porque me saque una calificación alta en la facultad y así, miles de frases de mala y buena suerte.

Seguramente, en más de una oportunidad, hemos citado ambas frases, pero, ¿qué es realmente? Cómo identificar si es un designio de mi suerte o es una forma de no responsabilizarme por mis decisiones o acciones. Por qué debemos echarle la culpa al destino o a la suerte cuando el que decidió fui yo si salía a buscar trabajo o me quedaba en mi cuarto pensando cómo hacerlo.

Creer que el universo es quien decide sobre mi vida o, que las cosas están escritas y que simplemente tengo buena o mala suerte es, tal vez, el punto más importante de esta reflexión. Necesitamos entender por qué siempre creemos que las consecuencias son externas a nuestra voluntad.

Supongamos que soy una persona a la que le han sucedido miles de desgracias y por eso creo que tengo mala suerte. En tal caso, ¿cómo podría yo salir de esa “racha”? ¿cómo hago para que las cosas cambien de rumbo y mi vida comience a cambiar? Tal vez la respuesta no la vea, o quizás ni siquiera me plantee esto, pero la realidad es que sí, hay una salida a las situaciones difíciles.

Si comenzásemos a ver la vida desde un lugar menos supersticioso, y dejásemos de pensar que estamos dentro de una película de terror en la que el final es lo peor, podríamos cambiar el rumbo de nuestro destino. Si nos diésemos cuenta que las decisiones que tomamos o las acciones seguimos van formando nuestra vida, nos daríamos cuenta que el único protagonista de la película somos nosotros mismos y jamás podríamos pretender que nuestra suerte cambie por obra divina.

Si estamos en un círculo vicioso en el que solo nos quejamos de lo que no tenemos o no podemos hacer, y rara vez vemos lo que SI hemos conseguido, seguramente siempre quedaremos dando vueltas allí y nunca podremos conseguir más o disfrutar de lo alcanzado. Eso es una muestra de que, si queremos que las cosas cambien, debemos entender que no estamos parados sobre algo fijo sino, sino por el contrario, el lugar donde orbitamos está en continuo movimiento. Por tal motivo, no podemos quedarnos quietos esperando que la suerte nos cambie, debemos elegir nuestra propia aventura.

Para ir finalizando este pensamiento del día, quiero invitarlos a pensar si sus vidas están marcadas por la suerte o son protagonistas de ella.

¡Buena semana!

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