Luna llena en cáncer
- Andrea Broya
- 21 dic 2018
- 2 Min. de lectura
La luna llena en cáncer es la última del año, pero no por eso la menos importante. De esta manera cerramos el año con muchas preguntas o análisis para determinar si durante estos seis meses que dura el ciclo emocional realmente hicimos lo que queríamos hacer o lo que debíamos hacer.
Cáncer es la madre, la protección, la familia, el alimento, la nutrición y nos lleva a vivir este último tramo del año rodeados por los afectos, pero también nos invita a evaluar todo lo relacionado con los mandatos familiares, es decir que estaremos muy ligados a esta energía estos últimos días.
Nada es más importante que cultivar los afectos, pero a veces nos aferramos a viejas conductas que ya no nos sirven porque han quedado obsoletas e impiden nuestro desarrollo personal. Es hora de terminar con todo lo que no encaja y no nos deja avanzar en el sendero de la evolución y seguir nuestro propósito de vida el cual, por supuesto, muchas veces es muy difícil conseguir, pero para eso está la bella luna en cáncer, para sentir qué es lo que conseguimos y para comenzar un nuevo año con nuevos desafíos.
No nos podemos quedar en la zona de confort, la cual, como hemos dicho muchas veces, es muy bonita, pero nada crece ahí. Debemos movernos a pesar de que ello nos haga sentir desorientados, debemos zarpar hacia nuevos horizontes y dar ese salto de fe hacia lo nuevo porque si no lo hacemos seguramente el cambio nos será impuesto desde afuera.
Serán días en los que las emociones estarán a flor de piel y también tendremos una aguda intuición que nos llevará a tener sueños muy profundos e importantes, pero sobre todo estaremos algo nostálgicos respecto de aquellos que no están y que han formado parte de nuestra historia familiar. Nada tienen que reprimir y, si esos sentimientos afloran, déjenlos que salgan a la superficie porque eso también es parte del proceso de cambio y también el cambio a un nuevo proceso, déjense fluir por lo que sus emociones les dictarán que pronto llegarán las nuevas pautas de este andar.
¡Les dejo un beso gigante y que anden bien!
Andrea Broya
Comments