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El tarot, como se utiliza hoy en día, es una herramienta de autoconocimiento que nos ayuda a descomprimir lo que pasa por nuestra mente y nos despeja un poco los nubarrones que nos oscurecen la mente para poder ver más claro lo que a simple vista, a veces, resulta difícil de observar.

Seguramente muchos de ustedes piensan en el tarot como un oráculo predictivo que nos va a decir los que el futuro nos depara o en cómo nos va a ir en tal o cual situación. Pero el tarot, utilizado como una herramienta terapéutica, es algo muy distinto. No nos dice que tenemos que hacer o cómo debemos actuar y, si el tarot hiciera eso, nos limitaría a vivir una vida sin sorpresas, sin elecciones, sin decisiones propias, sin compromisos y sin responsabilidades. En síntesis, una vida sin vida.

El tarot fue, es y será una fuente de espiritualidad y no un simple oráculo. Es mucho más que eso, es el camino de la vida misma.

Cuando pensamos en el tarot, debemos pensarlo como una herramienta de autosanación y de autoconocimiento para poder ir evolucionando como personas. El tarot sólo nos da una guía en determinadas situaciones o nos muestra otras realidades para analizar.

Una consulta nos puede ayudar de muchas maneras y todas son para mejorar, pero recuerden que los que sanan son los que realmente quieren y necesitan cambiar y parten siempre de uno mismo, y ahí es donde comienza el camino del descubrimiento de nuestra misión en esta vida.

Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos tenemos pensamientos y a veces se nos bloquea la visión de tanto pensar y darle vueltas a un mismo asunto y cuando tenemos pensamientos negativos nos bloqueamos más aún. Es así como nos vamos perdiendo en el camino y cada vez se nos hace más difícil resolver los conflictos de la vida cotidiana. Lo que antes era más simple lo vamos poniendo cada vez más complejo y dejamos que esos problemas nos gobiernen y a veces hasta terminamos en la ira o en rencores.

Si en lugar de quejarnos de nuestros problemas hiciésemos una lista de lo que tenemos, seguramente veríamos otra realidad. Rara vez nos sentamos a escribir y realizar un detallado texto con todo lo que tenemos y todo lo que nos rodea. Entonces es tiempo de cambios y es tiempo de pedir ayuda, pero debemos pensar en que no siempre podemos todo solos y ahí es cuando el tarot es una herramienta de sanación y evolución.

Siempre se puede salir de la situación en la que nos encontramos. Sólo tenemos que pedirlo.

 

Con cariño, Andrea Broya